- Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7 ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!
- Sal 79 Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve
- 1 Cor 1, 3-9 Aguardamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo
- Mc 13, 33-37 Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa
La Iglesia comienza un nuevo Año litúrgico. El tiempo de Adviento nos abre la puerta al misterio navideño, el pascual y a la vida de la Iglesia.
Comenzamos con la proclamación y celebración del gran anuncio salvífico: El Señor viene. Nos invita a “velar”, a estar alerta.
Tres son las actitudes de la espera: La primera es la espera orada: Isaías suplica al Señor que rasgue los cielos y baje a salvar a su pueblo, obra de su mano (1 Lect). La segunda es la espera vigilante: Marcos recomienda permanecer en vela en espera del Señor que viene (Ev). La tercera es la espera testimoniada por las obras. Pablo agradece a Dios los dones otorgados a los corintios y les exhorta a ser fieles mientras esperan su retorno (2 Lect).
No hay comentarios:
Publicar un comentario