miércoles, 28 de diciembre de 2016

Los Santos Inocentes. Su fiesta se celebra el 28 de Diciembre

Escultura madera, tallada y policromada, S.XVIII, autor anónimo. Iglesia de San Quirico. Castrillo de Villavega
Los Santos Inocentes fueron degollados por orden del rey Herodes, según nos cuenta el evangelista San Mateo. Se les apodó como “inocentes” por no tener aún conciencia, ni malicia ni pecado, y por la pena a la que fueron condenados, impuesta sin que hubieran cometido ninguna culpa. El profeta Jeremías había anunciado “se ha escuchado en Rama un clamor, de mucho llanto y lamento, es Raquel que llora por sus hijos y no quiere consolarse porque ya no existen”. El evangelista se refiere a estos niños en los que se cumple la profecía.

Fueron los primeros mártires, los primeros en confesar la fe no con la palabra que no tenían, sino con la propia vida. Pregonan con su llanto y con su sangre que Cristo es la vida y mueren en sustitución de Jesús. La fiesta de Navidad es fiesta de gozo y de alegría. Y justamente en los tres días siguientes la Iglesia celebra el nacimiento a la vida eterna de San Esteban mártir (día 26), de San Juan Evangelista (día 27), y los Santos Inocentes (día 28).

La fiesta comenzó a celebrarse en el S. IV. En torno a ella se han popularizado las bromas e inocentadas, pero en la fiesta litúrgica se celebra el triunfo del Rey de Reyes, y la condena expresa de todos los crueles tiranos que hoy día siguen matando a tantos inocentes. La tradición ve su muerte como bautismo de sangre y preámbulo al “éxodo” cristiano, semejante a la masacre de los niños hebreos que fueron ahogados en el Nilo, en Egipto, antes de su salida de la esclavitud a la libertad de los hijos de Dios.

El arte les representa como niños pequeños y de pecho, con coronas y palmas (alusión al martirio) y con sus madres defendiéndolos de los soldados enviados por Herodes, y desde la edad media aparece Herodes sentado en sus trono, asistiendo a la masacre y la huida a Egipto.

En la diócesis son muchas las representaciones del tema. Destacan, entre otras, las del retablo de Báscones de Valdivia -hoy en el Museo Diocesano- y las del retablo mayor de Torremormojón, así como el famoso capitel de la matanza de los inocentes de la ermita de Santa Cecilia, de Aguilar de Campoo.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración
Los mártires Inocentes
proclaman tu gloria en este día Señor, no de palabra, sino con su muerte; concédenos por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos con la palabra. P.J.N.S.

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