Estar atentos, acercarnos, salir al encuentro, curar las heridas, acompañar, trabajar por la justicia... huellas que podemos dejar, pautas que nos proponen nuestros Obispos en su Mensaje con motivo del Día de la Caridad, que lleva por título “La Eucaristía nos configura con Jesús compasivo y misericordioso”. En esta Jornada, Cáritas nos invita a practicar la justicia y a dejar huella. Los Obispos nos animan a superar la cultura del descarte con la cultura de la compasión. Una cultura que implica la vivencia de unas actitudes concretas:
- La libertad: «La lógica del amor no se basa en el miedo, sino en la libertad, en la caridad, en el sano celo (...) Jesús, nuevo Moisés, ha querido curar al leproso, ha querido tocarlo, ha querido reintegrarlo a la comunidad, sin autolimitarse por los prejuicios (...). Él no piensa en las personas obtusas que se escandalizan incluso de una curación o de cualquier apertura o cualquier paso que no entre en sus esquemas mentales o espirituales» [Papa Francisco, Homilia de 15 de febrero de 2015].
- Superar la lógica de la ley y entrar en la lógica de la misericordia: «Hoy nos encontramos en la encrucijada de estas dos lógicas: la de los doctores de la ley, que se alejan del peligro apartándose de la persona contagiada, y la lógica de Dios que, con su misericordia abraza y acoge, reintegrando y transfigurando el mal en bien, la condena en salvación, y la exclusión en anuncio (...) La caridad no puede ser neutra, aséptica, indiferente, tibia o imparcial» [Ibid].
- Verificar la autenticidad de nuestro culto en la práctica de la justicia y de la compasión: Jesús sitúa el centro de la verdadera religión en el campo de la compasión. En dos ocasiones recoge Mateo [Cf 9, 9-34] esta cita de Oseas: «misericordia quiero y no sacrificios» (Os 6, 6). Con esta expresión Jesús no rechaza el culto, pero rechaza la falsedad, la trampa, la manipulación, y reclama un culto verdadero que pasa necesariamente por hacer justicia y ser compasivos.
Domingo Pérez
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