Escultura dorada y policromada. Siglo XVIII, autor anónimo. Museo Diocesano de Palencia. |
Nació a finales del S. III en una noble familia en Mérida, capital de la Lusitania romana. Sabemos de su vida y su muerte a través del himno que en su honor escribió el poeta Prudencio (S. IV), así como en el relato del pasionario hispánico. Fue educada clandestinamente en la fe cristiana y sólo adoraba al Dios revelado en Jesucristo... y negándose a dar culto a los dioses paganos, y al emperador de Roma divinizado.
La diócesis le tiene dedicada las siguientes parroquias: Brañosera, Celada de Roblecedo, Las Heras de la Peña, Muñeca, Santa Olaja de la Vega, Paredes de Nava, Torquemada, Villajimena, y la ermita de Santa Eulalia en Barrio de Santa María.
Se la representa con la palma del martirio en una mano y con un libro en la otra, ya que la santa, en medio de los tormentos decía: “He aquí que escriben tu nombre en mi cuerpo, ¡Cuán agradable es leer estas letras, que señalan, Oh Cristo, tus Victorias”. A veces también tiene un pequeño horno.
Oh Dios que para llevarnos a la confesión de tu nombre te has servido incluso del martirio de los niños, haz que tu Iglesia, alentada por el ejemplo de Santa Eulalia, virgen y mártir, no tema sufrir por Ti y desee ardientemente la gloria del premio eterno. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
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