San Antolín. Patrono de Palencia

Talla de madera policromada. Siglo XVIII. Autor anónimo. Santa Iglesia Catedral de Palencia.

Poco se conoce de la vida del Santo y, ni siquiera sobre su origen están acordes los historiadores. Unos sitúan su nacimiento en Apamea (Siria) a comienzos del siglo IV. Era tallador de piedra que combatió los idolatras de su ciudad por adorar imágenes de piedra, y no a Jesucristo. Sus vecinos le persiguieron e intentaron matarle. Tras varias huidas de la ciudad se refugió en Apamea, y allí, el Obispo le pidió que construyera una iglesia, a la que accedió Antolín, y de la que fue diácono. Apenas comenzada la obra, teniendo 20 años los paganos lo asesinaron.

Otros ponen su nacimiento en la ciudad francesa de Pamiers, a mediados del siglo IV, donde sufrió martirio a comienzos del VI. Allí se conservaron la mayor parte de sus reliquias hasta el siglo XVI. De noble casa, fue educado en el arrianismo y se opuso a su padre al hacerse cristiano ortodoxo. Abandonó su fortuna y marchó a Roma donde fue ordenado diacono. Predicó en varias ciudades italianas y realizó muchos milagros. Volvió a Galia, y fue en su ciudad natal donde fue decapitado. Posteriormente, en la época visigoda, el rey Wamba, trajo a Palencia desde Narbona algunas de sus reliquias, y fueron depositadas en la o cripta de San Antolín, donde se las da culto.

Se le representa como un joven, ataviado con la dalmática propia de los diáconos, portando casi siempre una palma alusiva al martirio, y, como atributo un cuchillo u hoja afilada clavada en su hombro o en la parte inferior del cuello. Es patrón además de los cazadores.

La diócesis y, sobre todo, la capital le venera y da culto desde el siglo XI, época de la restauración de la diócesis por el rey Sancho III el Mayor de Navarra y Bermudo III de León en el 1035, y del Obispo Don Ponce.

Texto: José Luis Calvo

Fotogorafía: Antonio Rubio

Oración

Dios Padre todopoderoso, te agradecemos que hayas puesto a la diócesis de Palencia, bajo el patronazgo de San Antolín. Te pedimos por todos los que en Palencia vivimos, amamos, trabajamos y esperamos. Concédenos imitar la constancia y valentía de fe de San Antolín. Que todos nuestros pensamientos, deseos y acciones estén alentados por el Evangelio, y bajo la protección de nuestro santo patrón. Amén